Seamos claros desde el principio: Rojava no es producto de una revolución, sino simplemente de un "cuerpo armado especial" que sustituye a otro "cuerpo armado especial". Ya se ha escrito bastante sobre la influencia en Rojava del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y la supuesta conversión damanhuriana de su líder Abdullah Öcalan del estalinismo al "municipalismo libertario", por lo que no profundizaremos en este tema ⁽¹⁾. Las afirmaciones sobre la naturaleza revolucionaria de lo que ha estado sucediendo en el norte de Siria se basan esencialmente en dos afirmaciones: 1) la agenda política progresista de las autoridades, y 2) la existencia de un movimiento social de base sobre el terreno. La Izquierda Comunista ha sido desde el principio muy crítica con los intentos de presentar a Rojava como una especie de alternativa al capitalismo ⁽²⁾. Sin embargo, después de 10 años de existencia, ahora hay suficiente información para contrastar las afirmaciones de los creyentes con la realidad y responder a la pregunta de qué tipo de sociedad existe realmente en Rojava.

Antecedentes

Rojava, hoy conocida oficialmente ⁽³⁾ como Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), comenzó su andadura el 19 de julio de 2012, cuando las milicias de las Unidades de Protección Popular (YPG) se apoderaron de las ciudades de Kobanî, Amuda y Afrin tras la retirada prevista de las Fuerzas Armadas sirias. Un Comité Supremo Kurdo, fundado unos días antes gracias a un incómodo acuerdo entre el Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD), de izquierdas, y el Consejo Nacional Kurdo (KNC), de centro derecha, llenó el vacío de poder. Estableció su propia fuerza militar, basada en gran medida en el YPG, y su propia fuerza policial, la Asayish. El YPG se enfrentó a varias milicias islamistas y al Ejército Sirio Libre (FSA) por el control del territorio, mientras las tensiones internas entre el PYD y el KNC seguían aumentando. Hacia finales de 2013, el PYD, bajo el paraguas de la coalición política Movimiento por una Sociedad Democrática (TEV-DEM), declaró un nuevo "proyecto de autoadministración democrática" para sustituir al Comité Supremo Kurdo. En 2014, varios cantones declararon su autonomía en virtud de una nueva constitución redactada por el PYD, y el KNC quedó efectivamente desplazado.

Mientras el YPG, con el nuevo apoyo militar de EE.UU., cosechaba una serie de éxitos militares contra el Estado Islámico, el PYD seguía formalizando su régimen político. En la actualidad, Rojava está gobernada por un Consejo Democrático Sirio con sus propias Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en las que el PYD y el YPG desempeñan un papel destacado, respectivamente. La región se extiende a lo largo de unos 50.000 kilómetros cuadrados con una población de unos 3 millones de habitantes. En 2017 se celebraron elecciones locales y regionales, a las que seguirían las elecciones parlamentarias federales que, en el momento de redactar este informe, aún no se han celebrado. Enfrentada a muchas amenazas de seguridad internas y externas, entre las que destaca el Estado turco, Rojava ha tratado de establecer diversos vínculos con el imperialismo estadounidense y ruso. A pesar de haber recibido ayuda militar directa y de que su economía depende en gran medida del comercio exterior, Rojava no está reconocida oficialmente por la mayoría de los demás Estados u organizaciones internacionales (la única excepción reciente, aunque simbólica, es el Parlamento catalán). Sin embargo, ha cosechado un gran apoyo internacional de varios grupos e individuos de izquierda por su énfasis en el pluralismo, la igualdad de género y la democracia directa.

Realidad política y económica

A pesar de ser conocida como el "granero" de Siria y de contener la mayor parte de los recursos petrolíferos y de gas del país, la región que ahora está bajo el control de la administración de la AANES ha estado luchando contra la pobreza y los efectos del cambio climático desde mucho antes de la guerra civil. La naturaleza agrícola de su economía también ha permitido la persistencia de códigos tribales y religiosos patriarcales. Y como en la región viven kurdos, árabes, yazidíes, asirios, armenios, circasianos, turcomanos, caldeos y chechenos, los conflictos étnico-religiosos siguen siendo un problema. Por ello, la administración de la AANES se ha autoproclamado "un sistema democrático y ecológico" basado en "organizaciones de grupos ideológicos, étnicos, femeninos, culturales y de todos los segmentos sociales". En teoría, el poder debe recaer en las comunidades locales, que pueden abordar sus problemas a través de las comunas, los consejos y las cooperativas desde la base. La visión final es un sistema democrático federal que un día abarque toda Siria. Sin duda, en comparación con las agendas de algunos de los otros actores políticos de la región, Rojava representa una alternativa mucho más liberal. Sin embargo, la propaganda oficial y la realidad no siempre coinciden.⁽⁴⁾

El poder de los municipios se limita en gran medida a cuestiones locales o funciones consultivas. Como ejemplos de su actividad, pueden ofrecer puntos de acceso a gasóleo y pan subvencionados, abordar conflictos dentro de las familias y entre ellas, organizar la recogida de basura o ayudar a crear un centro comunitario. Por encima de ellos se sitúan los consejos, que no son órganos de la clase trabajadora, sino ramas del gobierno local en las que están representados los partidos políticos, los sindicatos, las profesiones y los líderes tribales. El verdadero poder del Estado reside en otra parte. La administración de la AANES en cada región consta de un Consejo Ejecutivo, un Consejo Legislativo, un Consejo Judicial, una Alta Comisión Electoral y un Tribunal Constitucional Supremo. La mayoría de estos órganos no son elegidos, sino nombrados. Junto con la policía (Asayish) y el ejército (SDF), forman el comité ejecutivo de la clase dirigente de Rojava. Detrás de todo ello se encuentra el PYD kurdo. En teoría, se supone que el TEV-DEM es un control de los órganos superiores de la administración de la AANES, pero el propio TEV-DEM está formado por una coalición de partidos entre los que el mayor es el propio PYD.

Aunque existen cientos de pequeñas cooperativas, desempeñan un papel relativamente marginal en la vida económica de la región. Según Co-operation in Mesopotamia, el 12% de la economía de Jazira, la mayor región del norte de Siria, se basa en las cooperativas ⁽⁵⁾. A modo de comparación, según PwC ⁽⁶⁾, el 18% del PIB de Nueva Zelanda lo generan las cooperativas, y el 30% de su población es miembro de una cooperativa, aunque nadie diría que Nueva Zelanda es un faro del anticapitalismo. De hecho, el "derecho a la propiedad privada" está garantizado por la constitución de la AANES. La mayor parte de la economía está en manos del sector público o privado. La electricidad, el gas y el petróleo se gestionan a través de comisiones de la AANES o de empresas privadas propiedad de asociados del PYD. Junto con los impuestos y los derechos de aduana, son la principal fuente de ingresos de la administración de la AANES, que también resulta ser el empleador más importante de la región. Capitalistas de riesgo, empresarios y propietarios también han aprovechado el boom inmobiliario y las oportunidades comerciales, y algunos se han asegurado influencia o incluso puestos en la administración. Aunque había planes para establecer un banco central en Rojava, por ahora el Banco Central Sirio sigue operando en la zona. Del mismo modo, el régimen de Assad sigue teniendo una participación en la economía y en los empleados del sector público de Rojava.

En otras palabras, ciertas prácticas democráticas directas y cooperativas a nivel local no pueden ocultar el hecho de que en Rojava existe efectivamente un Estado y una economía capitalista.

El malestar social en Rojava

Es fácil olvidar que el actual conflicto en Siria comenzó originalmente con las protestas populares contra el régimen de Assad durante la Primavera Árabe de 2011. Sin embargo, el papel que desempeñó el PYD en esta fase inicial es controvertido y está vinculado al proceso por el que el grupo llegó al poder en primer lugar.

A principios de 2012 se alcanzó un acuerdo tácito y no escrito entre el régimen sirio y el PYD. Se trataba de una especie de acuerdo pragmático por el que el régimen de Assad transfería al PYD recursos clave de seguridad e infraestructuras económicas en el noreste de Siria a cambio de que el PYD reprimiera las protestas contra el régimen, se mantuviera al margen de la revolución y mantuviera relaciones económicas con el régimen. ⁽⁷⁾

Estas protestas en toda Siria degeneraron rápidamente en una guerra civil o, más exactamente, en una guerra imperialista por delegación. En la actualidad, Siria sigue en un estado de estancamiento prolongado y violento. Sin embargo, las protestas por diversas cuestiones han continuado, incluso en la propia Rojava. Aunque las facciones internas y externas intentan naturalmente aprovecharse de este malestar, éste se deriva de tensiones socioeconómicas y étnicas reales en el corazón del proyecto de Rojava que no pueden ser ignoradas. ⁽⁸⁾

Detenciones arbitrarias: Ha habido una serie de protestas en respuesta a supuestos secuestros y detenciones arbitrarias. Ya en junio de 2013 se informó de protestas en la ciudad de Amuda tras la detención de algunos activistas políticos no pertenecientes al YPD. La Asayish y las YPG abrieron fuego matando al menos a tres manifestantes, y luego introdujeron un toque de queda al día siguiente. En febrero de 2021 hubo otra protesta en Amuda, esta vez como reacción a la detención de profesores. En agosto de 2022 hubo protestas en al-Izba, al-Sour y Daman después de que las FDS detuvieran a miembros de su propio Consejo Militar de Deir Ezzor.

Conscripción forzosa: Rojava introdujo el reclutamiento en julio de 2014. Desde entonces se ha informado del reclutamiento de menores y de la detención de personas que eluden el servicio militar obligatorio. En mayo de 2018, la introducción del reclutamiento en Manbij dio lugar a protestas y a una "huelga general". Los combatientes de las YPG, junto a los soldados estadounidenses, intentaron obligar a los negocios a llevar a cabo su actividad habitual. En mayo-junio de 2021 volvieron a estallar protestas y una "huelga general" en Manbij en respuesta al reclutamiento, las dificultades económicas y la discriminación de los árabes. Ocho civiles fueron abatidos por las autoridades. Las Fuerzas de Autodefensa culparon de la violencia al régimen de Assad, pero tuvieron que suspender temporalmente el reclutamiento en la ciudad para calmar la situación. En diciembre de 2021 hubo una pequeña protesta contra el reclutamiento de menores por parte del PKK, durante la cual fueron detenidos varios periodistas que cubrían el evento.

Planes de estudio: La administración de la AANES ha introducido su propio plan de estudios para sustituir el antiguo plan de estudios del gobierno sirio. Esto ha causado cierta controversia, especialmente entre las comunidades no kurdas y religiosas, lo que ha provocado protestas de profesores, alumnos y padres. En agosto de 2018, varias escuelas cristianas de Qamishli, Hasaka y Al-Malikiyeh fueron cerradas temporalmente por las autoridades por negarse a enseñar el nuevo plan de estudios. Esto provocó protestas y detenciones de profesores. En septiembre de 2022 se produjeron enfrentamientos entre estudiantes y la Asayish por la prohibición de los cursos extraescolares en Qamishli.

Subida de precios: Como en todo el mundo, los trabajadores de Rojava han luchado contra el aumento del coste de la vida y la inflación en los últimos dos años. En diciembre de 2020 se produjo un enfrentamiento entre la administración de la AANES y las panaderías, que se negaron a producir pan en protesta por el aumento de los precios de la harina. Sólo se resolvió un mes después, cuando la administración de AANES aceptó subvencionar la harina. En mayo de 2021 estallaron protestas masivas en Qamishli, Hasakah, Amude, Deir al-Zor y Shadad por la decisión de la administración de la AANES de aumentar el precio del combustible. La Asayish volvió a disparar contra los manifestantes, matando al menos a cinco. Ante la oposición, la administración de la AANES se vio obligada a retirar la decisión de subir los precios del combustible. En enero de 2022 hubo una protesta en Raqqa por el deterioro de las condiciones de vida, y la Asayish introdujo un toque de queda y detuvo a los participantes.

Para ser claros, en algunos casos los disturbios también se derivan del conservadurismo religioso y político en Rojava. Por ejemplo, mientras algunos se oponen al plan de estudios de la AANES porque no está acreditado en ningún otro lugar fuera de Rojava y otros porque lo consideran una expresión del nacionalismo kurdo, también hay quienes se resisten a él por su enfoque en el laicismo y los derechos de la mujer. La multitud de problemas a los que se enfrenta la administración de la AANES se ven exacerbados por el hecho de que, con la posible excepción de ciertas zonas de mayoría kurda en las que el proyecto de autodeterminación kurda puede haber gozado de cierta popularidad ya antes de 2012, el gobierno del PYD es percibido por muchos otros como algo que se ha impuesto de forma vertical desde el exterior.

Perspectivas

Tras la desintegración del Estado Islámico en torno a 2017-8, Rojava considera que una invasión turca es el principal peligro al que se enfrenta. El Estado turco, con la ayuda del ELS -rebautizado como Ejército Nacional Sirio-, ocupa ahora más de 8.000 kilómetros cuadrados del norte de Siria, incluida la ciudad de Afrin. ⁽⁹⁾ También se dice que existe allí una red de consejos locales descentralizados, pero que trabajan conjuntamente con el Gobierno Provisional Sirio de Azaz, respaldado por Turquía. Turquía considera que el PYD es una amenaza para su seguridad nacional y, por ello, ha animado a Estados Unidos a abandonar su apoyo al grupo kurdo. Estados Unidos, por su parte, desconfía de un posible realineamiento en la región entre Turquía, el régimen de Assad y Rusia, que lo respalda. Al parecer, están empezando a surgir grietas dentro del propio SDF/PYD, con una facción en torno a Mazloum Abdi que quiere seguir buscando seguridad en los brazos de Washington y otra facción en torno a Aldar Khalil que mira hacia Damasco, una opción supuestamente preferida también por el PKK. ⁽¹⁰⁾ El dilema de con qué facción imperialista alinearse no es nada nuevo, ha dividido al movimiento nacionalista kurdo durante décadas. ⁽¹¹⁾

La supervivencia de Rojava depende en última instancia de este laberíntico movimiento de alianzas imperialistas. Posiblemente por esta razón, la administración de AANES ha permanecido relativamente callada sobre la guerra en Ucrania (que ha dividido al mundo a lo largo de la división OTAN-Rusia), para mantener sus opciones abiertas. Se espera que en los próximos meses se produzca la cuarta incursión de Turquía en el norte de Siria, que volverá a elevar las apuestas en la región y provocará más derramamiento de sangre. Una cosa está clara: la superestructura capitalista, ya sea unitaria o federal, ya sea centralizada o descentralizada, ya sea progresista o conservadora, no ofrece ninguna solución a los conflictos, las divisiones y la miseria que está provocando un sistema en crisis. Como siempre, serán la clase trabajadora y los pobres, kurdos y no kurdos, quienes paguen el precio.

No hay un mañana más brillante si no surge una verdadera alternativa de la clase obrera, que una a los proletarios de todas las etnias por encima de las líneas fronterizas arbitrarias. No se puede predecir dónde y cómo puede ocurrir, pero la situación económica de Rojava está ligada a la de sus vecinos y a la economía mundial en general. De hecho, podrían ser las protestas por el aumento del coste de la vida, que se están produciendo ahora en toda la región, las que podrían desencadenar una resistencia de clase común como no hemos visto allí desde la Primavera Árabe. Tal malestar está obligado a abrir una brecha entre la administración de AANES y las masas aún más. Y como ya hemos visto, a pesar de todas sus reivindicaciones de una agenda política progresista, el PYD está dispuesto a hacer todo lo posible para mantenerse en el poder. En estas circunstancias, el desarrollo de una organización política que defienda la independencia de la acción de la clase obrera se enfrenta a muchos obstáculos, pero la lucha de clases en Rojava no duerme.

Notas:

Imagen: Protesta en Manbij contra el reclutamiento de las FDS. Manbij ha estado en varias ocasiones bajo el control del régimen de Assad, el FSA, el Estado Islámico y ahora las SDF. Bajo cada régimen ha habido informes de protestas e incluso huelgas.

(1) Ver: Alex de Jong, ¿Oruga estalinista en mariposa libertaria? The evolving ideology of the PKK, libcom.org y Mouvement Communiste, Rojava: the fraud of a non-existent social revolution, libcom.org

(2) Ver: En Rojava: La guerra popular no es una guerra de clases, leftcom.org y El baño de sangre en Siria: ¿Guerra de clases o guerra étnica?, leftcom.org

(3) Entre 2012 y 2016 la región se denominó principalmente "Rojava", que significa "el oeste" (del Kurdistán) en kurmancî, pero el título fue cayendo en desgracia en los círculos oficiales a medida que continuaba la expansión territorial hacia zonas no kurdas. En 2016 pasó a llamarse Federación Democrática del Norte de Siria (DFNS). El título actual fue adoptado por el Consejo Democrático Sirio en 2018

(4) Gran parte de la información de los dos párrafos siguientes puede encontrarse también en: Sinan Hatahet, The Political Economy of the Autonomous Administration of North and East Syria, cadmus.eui.eu

(5) Preguntas frecuentes sobre la cooperación en Mesopotamia, mesopotamia.coop

(6) Noticias COOP, thenews.coop

(7) Rena Netjes & Erwin van Veen, El YPG/PYD durante el conflicto sirio, clingendael.org

(8) La siguiente lista de protestas que tienen lugar en Rojava no es exhaustiva. Se puede encontrar más información sobre ellas en varios medios de comunicación, aunque a menudo se tiñe de un sesgo pro o anti-Rojava.

(9) La invasión turca de Siria, leftcom.org

(10) Mehmet Emin Cengiz, The PYD-PKK Relationship Under Scrutiny, blogs.eui.eu

(11) Véase la división entre la Unión Patriótica del Kurdistán (PUK) y el Partido Democrático del Kurdistán (KDP) en Irak.