Los atentados de París; la barbarie, barbarie y aun mas barbarie.

La masacre en París ha producido un clamor de que se trata de un crimen contra la humanidad. La burguesía internacional oscila entre la desesperación y la indignación, entre el miedo y pedir venganza. De todas partes oímos gritos de una "guerra justa" para contrarrestar la "guerra santa". El Occidente contra el Oriente, la tradición cristiana contra el fundamentalismo islámico. Francia quiere vengar a las víctimas golpeando en el corazón estratégico de Isis. Isis ataca a París para vengar la decisión del gobierno francés de entrar en la guerra en Siria. En realidad, el conflicto es entre un imperialismo naciente que dio sus primeros pasos trágicos en "su" Oriente Medio y los del mundo imperialista occidental, donde durante años el petróleo de Oriente Medio ha sido motivo de sus intervenciones militares.

De hecho, esta guerra ha ido sucediendo durante años. Francia, EE.UU., Gran Bretaña, hoy incluso Rusia de Putin, son belicistas que destruyen el presente para asegurar el futuro económicamente (petróleo y gas). Anteriormente era Irak y Afganistán y luego Libia. Hoy en día es Siria y mañana será otra área o país que tenga un mínimo de interés económico y estratégico.

El Occidente hipócrita llora a sus víctimas inocentes, pero se olvida de que el monstruo que les ha causado la muerte llegó a existir gracias al apoyo del Occidente y sólo fue echado a un lado cuando tomó un camino independiente por posicionarse entre un imperialismo y otro. El Occidente también olvida que tal indignación asesina es también el resultado de su propia barbarie imperialista. Esto ha transformado el Medio Oriente en un campo de batalla perpetua para despojarlo de su riqueza, antes de abandonarlo a la miseria más profunda. Rodeado por la devastación de la guerra, gran parte de la población se enfrenta al hambre y la negación de cualquier futuro que no sea el de escape para los países que han causado la miseria en primer lugar.

La barbarie de Isis se deriva de sus intereses económicos y políticos, como un estado imperialista naciente que dice representar a las masas desfavorecidas que han aceptado su religión como el único camino a la salvación y han vendido su dignidad como clase explotada en esta tierra por una felicidad inalcanzable después de la muerte. Su barbarie implica luchar una guerra "asimétrica" ​​contra civiles sin armas, diezmándolos como animales de masacre.

Pero la barbarie también toma la forma del imperialismo occidental que libra guerras de destrucción total, tomando cientos de miles de vidas de civiles, únicamente para satisfacer sus propios intereses capitalistas y perpetuar la vida de un sistema económico que sólo puede sobrevivir mediante la creación de crisis económica, el hambre, el desempleo y la explotación más dura para millones de trabajadores. Tales guerras sólo pueden ser combatidas por los mismos explotados que han sido reducidos a la miseria por el sistema capitalista.

La masacre en París debería hacer reflexionar a todos los que escuchan la trágica noticia, sin tratar de ir un poco más lejos. 1) La clase dominante francesa, al igual que el resto de la burguesía internacional, utilizará la horrible carnicería para intensificar sus actividades de guerra. Mientras todo el mundo está, al parecer, en contra de Isis, de hecho cada imperialismo está en busca de su propio beneficio económico en un momento de crisis de una económica lenta, donde todavía no hay señales de una recuperación robusta. 2) La barbarie en París se hace eco de la barbarie de los aviones no tripulados en los campos de batalla de Siria, que están matando a miles de civiles, bombardeando hospitales y repartiendo "daños colaterales" devastadores en todas partes.

No se trata de hablar de la barbarie en plural, de elegir quién es más bárbaro o quién es el peor. La cuestión no es que es lo más horrible de lo transmitido por los medios de comunicación - la ejecución de prisioneros o la masacre de civiles en un estadio de fútbol o en un concierto; o es más terrible aprender en un trágico "videojuego" que algunos aviones no tripulados han destruido decenas de familias o quemado unos pocos cientos de pastores con sus rebaños. La barbarie es la barbarie.

Es la barbarie capitalista que tiene que ser combatida, independientemente de la ideología y de los actos religiosos utilizados por todos lados cada vez que les conviene. La crisis perpetua del capitalismo que destruye la capacidad productiva toma la forma de la guerra imperialista y la muerte. El capitalismo crea crisis. A medida que la crisis acelera, los efectos de las maniobras imperialistas empeoran. El imperialismo crea imperialismo en su propia imagen y semejanza. La barbarie crea la barbarie en un ciclo sin fin. La única manera de acabar con ello es por reanudar la lucha de clases. Los cientos de millones de trabajadores explotados que son víctimas inocentes de masacres y guerras necesitan distanciarse de estas sociedades bárbaras. Tienen que encontrar una manera de salir de la jaula en la que la sociedad capitalista les ha obligado vivir. Tienen que pensar en una alternativa a la sociedad actual y su barbarie intolerable. Deben pensar en términos de clase, de la guerra contra la guerra, la barbarie de la guerra y los que la incitan mientras piden simpatía y comprensión de los trabajadores. Y entonces habrá menos guerras, menos ideologías o religiones para justificar la guerra, un menor número de masacres como la de París o cualquier otra cosa que hay que llegar. Este es el camino, el único camino posible, el desarrollo de la lucha independiente de la clase explotada en contra de las guerras y el sistema económico que las genera.

FD

14 de Noviembre 2015

Monday, November 16, 2015