La Iniciativa de Ninguna Guerra Salvo la Guerra de Clases

El siguiente documento fue acordado por el Buro Internacional de la TCI el 21 de mayo. No hay nada como una guerra imperialista para revelar la verdadera base de clase de un marco político, y la invasión de Ucrania ciertamente lo ha hecho. La respuesta de la Izquierda Capitalista (estalinistas, maoístas, trotskistas, etc.) ha sido o bien el apoyo abierto a uno u otro de los frentes imperialistas (OTAN o Rusia), o un falso pacifismo que esconde las mismas posiciones. Ha dividido profundamente al anarquismo entre verdaderos internacionalistas que se identifican materialmente con la clase obrera, y defensores moralistas de la "independencia de Ucrania" que no pueden ver que detrás de Ucrania está la OTAN, y que los perdedores son la clase obrera en todas partes. Los anarquistas pro-Ucrania no pueden ver que esta guerra es en Ucrania, pero no sólo sobre Ucrania. Para ellos se trata simplemente de una potencia más grande que se apodera de una potencia más pequeña, cuando en realidad se trata de la última ronda de un conflicto global en desarrollo dentro de un sistema en crisis que envolverá no sólo a los actores actuales, sino a todo el mundo a medida que se profundice la lucha real por la hegemonía entre China y EEUU. El sufrimiento en Ucrania sigue a conflictos similares más allá, pero éste indica que las opciones para el capitalismo global se han estrechado a medida que el estancamiento del sistema no tiene una solución económica clara.

La izquierda comunista de todo el mundo se ha mantenido sólidamente detrás de los intereses internacionales de la clase obrera y ha denunciado esta guerra por lo que es. Por nuestra parte, la TCI ha llevado la posición internacionalista un paso más allá intentando trabajar con otros internacionalistas que pueden ver los peligros para la clase obrera mundial si no se organiza. Por eso nos hemos unido a la iniciativa de desarrollar comités a nivel local en todo el mundo para organizar una respuesta a lo que el capitalismo está preparando para los trabajadores de todo el mundo. Estamos sólo al principio de este trabajo y aún no todos los internacionalistas se han unido a él. Muchos no han entendido lo que está en juego y algunos no han comprendido que necesitamos allanar el camino hacia la organización práctica ahora que aún podemos y antes de que sea demasiado tarde. El siguiente documento no es sólo un balance de lo que hemos vivido tras un año de Ninguna Guerra Salvo la Guerra de Clases (NWBCW); es también una aclaración de lo que es y esperamos que sirva para desterrar dudas y malentendidos.

Qué es y qué no es

Antes de que comenzara la guerra en Ucrania, advertimos que las nuevas tensiones imperialistas ya estaban creciendo en todo el mundo(1). Dos meses más tarde comenzó la invasión rusa de Ucrania, y todo lo que ha sucedido desde entonces no ha hecho más que confirmar nuestro análisis original de que no se trata sólo de Ucrania, sino de la amenaza de una guerra generalizada. Quince meses después, la guerra actual no ha hecho más que profundizar las fisuras en el orden capitalista global(2).

Ha desembocado en un conflicto abierto entre Estados Unidos y sus aliados contra Rusia. Esto se produjo después de que Estados Unidos armara a Ucrania a partir de 2014, en respuesta a la toma rusa de Crimea y la creación de entidades prorrusas en Luhansk y Donetsk. Este programa de rearme se convirtió en una seria amenaza para las provincias separatistas y condujo a la invasión, que a su vez ha provocado la llegada de aún más armas occidentales a Ucrania para reforzar su resistencia. Como hemos escrito en otro lugar, esto ha desencadenado una nueva e imparable carrera armamentística que no se limita a este escenario bélico(3). Estados Unidos no ha desaprovechado ninguna oportunidad para condenar las ambiciones de China y ambas partes han intensificado las maniobras hostiles en el Mar de China Meridional. Y mientras Putin ha unido a los gobiernos Occidentales contra él, dando así nueva vida a la OTAN, el régimen de sanciones contra los gobiernos de Rusia, China e Irán ha acercado a estos también.

La guerra en Ucrania se ha convertido así en un momento decisivo que amenaza con convertirse en crítico para la humanidad. Dado que los trabajadores son la única clase que tiene la presencia global y el poder último para detener el precipitado avance hacia el abismo en el que está inmerso el capitalismo, la tarea del momento consiste de aumentar la conciencia política de los trabajadores de todo el mundo sobre lo que está en juego. Un nivel de vida más bajo hoy no es más que el calentamiento para el golpe más duro de la guerra imperialista generalizada de mañana. Durante las últimas cuatro décadas, la clase obrera ha sido una clase a la que la historia le ha sucedido sin poder ejercer agencia propia en esta. Necesita transformarse de objeto en los juegos capitalistas en sujeto de la lucha por una nueva sociedad. Esta fue la razón por la que, en abril del año pasado, la TCI lanzó su llamamiento(4) a los auténticos internacionalistas de todas las organizaciones políticas, o de ninguna, para que formaran comités locales bajo la bandera de NWBCW. El primer comité local compuesto por miembros del CWO (Organización Obrera Comunista – afiliado de la TCI en Gran Bretaña) y otros, pertenecientes o no a organizaciones, se formó en Liverpool en marzo del año pasado(5) sobre la base de los cinco principios que se exponen a continuación:

  • Contra el capitalismo, el imperialismo y todos los nacionalismos. Ningún apoyo a capitales nacionales, "males menores" o estados en formación.
  • Por una sociedad en la que los Estados, el trabajo asalariado, la propiedad privada, el dinero y la producción con fines de lucro sean sustituidos por un mundo de productores libremente asociados.
  • Contra los ataques económicos y políticos que la guerra actual, y aquellas por venir todavía, desencadenarán sobre la clase obrera.
  • Por la lucha autoorganizada de la clase obrera; por la formación de comités de huelga independientes, asambleas de masas y consejos obreros.
  • Contra la opresión y la explotación; por la unidad de la clase obrera y la unión de auténticos internacionalistas.

Desde entonces se han formado una serie de comités sobre una base similar en lugares de todo el mundo, como Glasgow, París, Montreal, Toronto, Chicago, Miami, San Francisco, Turquía y Corea del Sur, algunos con miembros de la TCI y otros sin ellos. El hecho de que hayan surgido tantas con tanta rapidez ha sido muy alentador, pero no nos engañamos al pensar que todo lo que estamos construyendo aquí es algo más que un marco para una intervención internacional. Como escribimos en nuestro llamamiento original, tenemos una visión a más largo plazo:

Es inevitable que... algunos trabajadores lleguen a reconocer el callejón sin salida de la existencia capitalista antes que otros. Es imperativo que los primeros se organicen políticamente a nivel internacional para ofrecer un camino claro hacia adelante. Esto no ocurrirá inmediatamente, sobre todo después de décadas de declive de las luchas obreras frente a la embestida capitalista. Sin embargo, la situación actual en Ucrania es una advertencia de lo que los gobiernos tienen reservado para los trabajadores de todo el mundo y tenemos que responder, no sólo a la explotación diaria, sino a los planes políticos de "nuestros" dirigentes. En la actual situación de desastre humanitario no nos hacemos ilusiones de que pueda surgir pronto un movimiento de clase, aunque la historia haya dado ahora un nuevo y desesperado giro. Tenemos que construir juntos algo que se oponga tanto a la explotación como a la guerra. Incluso si la actual crisis en Ucrania termina en algún acuerdo parcheado, esto sólo sembrará las semillas para la próxima ronda de conflictos imperialistas.(6)

También éramos conscientes de que cualquier nueva iniciativa se enfrentaría a nuevos problemas y que los reveses serían inevitables. El primer problema provenía del falso internacionalismo de varios oportunistas de la Izquierda Capitalista (estalinistas, maoístas, trotskistas, etc.) que adornarán sus documentos con imágenes o consignas de “Ninguna Guerra Salvo la Guerra de Clases” pero completamente vaciados de cualquier contenido internacionalista(7). Están volando "bajo una bandera falsa" (¡la nuestra!) pero sólo pueden hacerlo ocultando su política real que es apoyar al "imperialismo desvalido" de los "pueblos oprimidos" (en resumen, las luchas nacionalistas) o a cualquier estado opuesto a EEUU. No hay ninguna nación o lucha nacional que la clase obrera pueda apoyar hoy en día.

El segundo problema han sido aquellos que se apuntaron a la iniciativa NWBCW sin entender de qué iba realmente, o más bien, que lo vieron como la extensión de su anterior actividad reformista radical. Esto ocurrió tanto en Portland como en Roma(8), donde ciertos elementos vieron en la iniciativa NWBCW algo para movilizar inmediatamente a una clase que aún se estaba recuperando de cuatro décadas de retroceso, y que apenas empezaba a encontrar su lugar en la lucha contra la inflación. Su perspectiva inmediatista y ultra-activista sólo condujo a la desaparición de esos comités.

La iniciativa NWBCW tampoco se parece en nada a los grupos de fábrica de la concepción original del Partido Comunista Internacionalista (PCInt – afiliado de la TCI en Italia) en los años cuarenta. Éstas eran, y son, organizaciones formadas por miembros y simpatizantes cercanos del PCInt. Originalmente se llamaban "grupos sindicales de fábrica" porque estaban diseñados para luchar políticamente dentro de los sindicatos, que para entonces se habían integrado en el aparato estatal para institucionalizar la lucha salarial y mantenerla dentro de los límites de la legalidad capitalista. Los sindicatos ya habían dejado de ser "escuelas de socialismo" (Marx) para convertirse en gestores de las negociaciones con los explotadores, siempre dentro de los límites legales que el Estado utilizaba para limitar cualquier movimiento huelguístico. Cualquier organización económica permanente de la clase estaba condenada a convertirse en un brazo más del statu quo existente (por eso los sindicatos de base también acaban hiendo por el mismo camino al final). Sin embargo, millones de trabajadores estaban afiliados a ellos y esto no podía ignorarse. La solución fue oponerse política y organizativamente en la fábrica a estos grupos. Se convirtieron así en las armas del PCInt en la lucha. No eran intentos de organizar a la clase, sino intentos de organizar a los comunistas en la clase, en resistencia al conformismo de los sindicatos. En los años 80, la reestructuración de la industria y la nueva composición de la clase llevaron a la idea de que los trabajadores de diferentes lugares de trabajo se reunieran en grupos "territoriales", donde la posibilidad de organización era mayor.

Pero éstas eran, y son, herramientas del PCInt (y por extensión de la TCI). La iniciativa NWBCW no cae dentro de la misma categoría, ya que no se limita a los miembros de la TCI, sino que intenta reunir a internacionalistas de diferentes tradiciones para construir una red internacional de comités para organizar y hacer propaganda contra los efectos de la crisis capitalista en todos sus aspectos. Su tarea es, por tanto, vincular la caída actual del nivel de vida con la amenaza futura de una guerra más general. Los comités NWBCW se enfrentarán a problemas prácticos (y como hemos señalado, ya los han hecho en algunos lugares) y nuevos grupos surgirán, mientras otros perecerán, pero nuestro compromiso como internacionalistas con él como perspectiva a largo plazo no cambiará. Como hemos dicho muchas veces anteriormente: la iniciativa NWBCW sólo tomará la forma adecuada como parte de un movimiento de clase más amplio.

Los comités de NWBCW tampoco son simples grupos de lucha, ya que éstos surgen de luchas particulares en el lugar de trabajo. Estos últimos son órganos creados en la lucha por aquellos que luchan y están abiertos a todos los obreros. No se crean desde arriba, no tienen carnés de afiliación, ni plataforma, ni siquiera una lista de puntos básicos de acuerdo (como los de los comités del NWBCW). Están abiertos a todos los trabajadores y a los que quieran participar en la lucha. Son como otros órganos unitarios de la clase, como las asambleas de masas, los comités de huelga, los consejos obreros, etc. Son órganos dentro de los cuales tienen que luchar los que quieren desenmascarar el sistema capitalista, para ampliar la base de la lucha.

Uno de los problemas de las luchas obreras actuales es que son episódicas (una lucha ahora aquí, ahora allá) y cuando la lucha en un sector concreto se apaga, desaparecen. La iniciativa NWBCW puede ofrecer un propósito a más largo plazo, centrándose en el panorama general de hacia dónde nos lleva el capitalismo. NWBCW es un intento de construir un marco de intervención más amplio (mientras todavía podemos hacerlo) en el sentido de que llega a otros internacionalistas para construir una red en previsión de luchas más amplias por venir (y no despegará realmente a menos que, y hasta que, lleguen).

El NWBCW es, por tanto, abiertamente político, y algunos camaradas lo han comparado con el espíritu antibelicista y anticapitalista de la Izquierda de Zimmerwald de 1915. Esta última surgió en oposición al Manifiesto principal de Zimmerwald, que no mencionaba que la lucha contra la guerra era también una lucha contra el sistema que engendraba las guerras imperialistas. Por lo tanto, podemos decir que NWBCW comparte este aspecto de la Izquierda de Zimmerwald (que más tarde, en 1919, se convertiría en la base para la fundación de la Tercera Internacional). Sin embargo, no debemos llevar esta comparación histórica demasiado lejos, ya que el contexto en el que operamos es muy diferente al de nuestros antepasados de Zimmerwald hace más de un siglo. En aquel entonces, la Primera Guerra Mundial llevaba ya casi un año cuando los socialistas se reunieron en Zimmerwald. Intentaban reparar el daño causado por la traición de la dirección de los partidos socialdemócratas de la Segunda Internacional, que habían apoyado en gran medida a sus "propios" gobiernos (sólo los partidos ruso, polaco, búlgaro y serbio llamaban a una oposición revolucionaria a la guerra). Esa traición fue tanto más masiva cuanto que la Segunda Internacional reagrupaba entonces a millones de trabajadores de todo el mundo, y había aprobado resolución tras resolución en el sentido de que impediría la guerra imperialista declarándose en huelga contra ella en todas partes. Hoy nuestra tarea no es intentar dar una nueva dirección a un movimiento decrépito, sino aportar una vieja y probada posición antibelicista de la clase obrera a cualquier nuevo movimiento que surja.

Está claro que no todos los internacionalistas comprenden aún la gravedad del actual camino que ha emprendido el capitalismo, y siguen anclados en las polémicas del pasado. Como resultado, han malinterpretado profundamente lo que defiende NWBCW. No dudamos de su sinceridad como internacionalistas, sin embargo no responderemos a sus polémicas, que son las mismas de siempre que hemos oído tantas veces. Hay algunas cuestiones en las que tenemos que estar de acuerdo a estar en desacuerdo si queremos forjar un verdadero movimiento anticapitalista para el futuro y confiar en que la realidad material una a los revolucionarios que nos enfrentamos a un sistema cada vez más desesperado.

Al mismo tiempo, NWBCW no es un esquema de reagrupamiento, ya que no pide un acuerdo político total, sino sólo una posición internacionalista según los cinco puntos anteriores (que reconoce que NINGÚN estado en ningún lugar puede ser apoyado, ya sea una gran potencia imperialista o un país imperialista aspirante o subdesarrollado - todos están luchando por una participación nacional en el orden capitalista global). Obviamente entendemos que la participación en un movimiento positivo con un objetivo claro estimulará la discusión política y fomentará los intercambios que amplíen y profundicen el movimiento, pero la cuestión del reagrupamiento político en una futura internacional sólo se planteará una vez que se haya iniciado un verdadero movimiento de clase, y eso no está en nuestro don. Sólo un movimiento de clase más amplio planteará nuevos retos a los revolucionarios y dejará obsoletas las diferencias del pasado, lo que potencialmente allanará el camino para un proceso político más fructífero que verá a los internacionalistas trabajar por la creación de una organización internacional cohesionada capaz de proporcionar orientación programática en la guerra de clases contra un sistema que hace tiempo ha perdido su razón de ser histórica. Por tanto, no se trata sólo de una iniciativa para el aquí y ahora, sino de una orientación para todo el periodo venidero.

Sin embargo, para la TCI, NWBCW es, en cierto sentido, parte de nuestra tradición. Está en línea con el Llamamiento por un Frente Proletario Unido que el PCInt lanzó en 1944(9) y que estaba abierto a todas las "formaciones políticas proletarias y no partidistas" que aceptaran la posición internacionalista de oponerse a ambos bandos en la Segunda Guerra Mundial. Concluía con dos disposiciones organizativas básicas:

  1. Sobre la base de estas posiciones, los trabajadores (no importa la etiqueta política que utilicen) deben difundir el llamamiento de nuestro partido y, después de haber debatido, aclarado y aceptado las ideas que lo justifican, deben ser ellos mismos los iniciadores de los primeros contactos y de las primeras agrupaciones orgánicas en el lugar de trabajo. Al fin y al cabo, los trabajadores han demostrado claramente que ya son maestros en el arte de organizarse, desafiando a la patronal y a sus sirvientes fascistas. El frente único obrero reúne y consolida las fuerzas destinadas a luchar en las barricadas de clase contra la guerra y sus fuerzas políticas dirigentes, tanto fascistas como democráticas.
  2. Su mayor y más urgente tarea es impedir que los trabajadores sean plagados por la propaganda de guerra, desenmascarar a los agentes imperialistas disfrazados de revolucionarios e impedir que el espíritu de lucha y sacrificio que anima al proletariado sea explotado para los objetivos de la guerra y su continuación, incluso bajo la bandera de la libertad democrática.

Hoy Ninguna Guerra Salvo la Guerra de Clases (NWBCW) hace el mismo llamamiento a todos los internacionalistas auténticos que puedan aceptar las cinco posiciones básicas que encabezan este artículo para que creen sus propios comités, o se unan a los ya existentes, para que podamos construir una lucha contra todas las amenazas que la trayectoria del capitalismo plantea a nuestra existencia continuada.

Buro Internacional de la Tendencia Comunista Internacionalista
Mayo 2023

Notas:

(1) leftcom.org

(2) leftcom.org

(3) leftcom.org

(4) leftcom.org

(5) leftcom.org

(6) leftcom.org

(7) pungolorosso.wordpress.com

(8) leftcom.org

(9) leftcom.org

Tuesday, August 1, 2023