Ni chavismo, ni anti-Chavismo : Por la Lucha Autonóma de la Clase Obrera!

Contrariamente a los gritos del Gobierno venezolano y su Oposición hipócrita, Venezuela sigue siendo, como antes, una economía estatal-capitalista basada en la extracción de rentas petroleras. El gobierno chavista, que se autodenomina "socialista", se ha nutrido de la plusvalía generada por la clase trabajadora en Venezuela durante casi dos décadas. Este mismo periodo ha visto la formación de una nueva fracción de la clase capitalista, originada en el sector estatal de la economía. Mientras tanto, la clase obrera ha quedado totalmente desamparada y desnutrida a consecuencia del colapso de la economía nacional.

Aunque algunas migajas se les dieron a la "gentecilla" para asegurar su apoyo electoral, los ingresos petroleros enriquecieron a la "nomenklatura estatal" de altos oficiales del ejército, banqueros, directores de fondos soberanos, así como Ministros de Economía y Tesorería, y especuladores de todo tipo vinculados al régimen. Entre el 2003 y el 2013, más de 180.000 millones de dólares salieron de Venezuela para refugiarse en especulación "hecha en los EEUU".

Mientras los trabajadores recorren supermercados vacíos simplemente para encontrar provisiones básicas – obligados cada vez más a depender de la economía informal para obtener su sustento, ya que los salarios que reciben son insuficientes para cubrir incluso una pequeña fracción de sus costos de vida – la nueva “Boliburguesia”, como algunos le llaman, vive lujosamente en Miami y la vieja clase capitalista apenas ha sido afectada por la crisis, en tanto dispone de suficientes recursos y medios para evitar el hambre y la ruina. Es esa la realidad al interior de este llamado “paraíso obrero”, donde la clase dominante utiliza todo el poder del estado para aplastar a los trabajadores con el fin de suprimir violentamente las huelgas y revueltas de hambre.

En resumen, han sido los trabajadores quienes han soportado el peso de la crisis económica. El deterioro de sus condiciones de vida ha sido tan severo que han salido a las calles para protestar, participan en escaramuzas con policía antidisturbios, saquean tiendas, e incluso organizan huelgas, aunque a pequeña escala. Por supuesto, esto no significa que la clase obrera en Venezuela lucha en su propio terreno por la toma del poder. Por lo contrario, actualmente está siendo jalada entre dos campos capitalistas igualmente reaccionarios y dejándose movilizar en defensa de intereses ajenos. Estos estallidos espontáneos, que a menudo dan lugar a violentos enfrentamientos entre los trabajadores y los órganos represivos del Estado, son reactivos en su mayor parte y tienen como objetivo el aseguramiento de una subsistencia básica.

En otras palabras no son motivados, como el estado chavista y el aparato “izquierdista” del capital, quienes se han alineado en apoyo al régimen, nos quieren hacer creer, por “ideas reaccionarias” o devoción ciega a la Oposición. Sino que más bien son estimulados por la degradación de el nivel de vida de la clase trabajadora en Venezuela, particularmente en los últimos cinco años. Igualmente, el segmento considerable de la clase trabajadora que le es fiel al gobierno Chavista que los explota y brutaliza, al menos en la superficie, lo sigue siendo sólo porque este gobierno ha recurrido a lo que equivale a chantaje para mantener su apoyo, negándole raciones alimenticias a todos aquellos que se muestran desleales. En otras palabras, actúan por su autoconservación y no por un compromiso hacia el supuesto "Socialismo del siglo XXI". Este es un ejemplo de clientelismo, práctica mediante la cual se intercambia el apoyo político por recursos y acceso a empleos. La diferencia crucial entre los chavistas y los demás gobiernos latinoamericanos es que a estos últimos nunca se les ocurrió llamarle a eso "socialismo".

Esta claro que ni el Gobierno ni su Oposición tienen una solución a la crisis actual, cuyas raíces se encuentran en la contracción de las ganancias petroleras, las cuales financiaron en años anteriores varias iniciativas y programas estatales. La única "solución" a la crisis, si acaso se le puede llamar así, con la cual ambos campos capitalistas principales están de acuerdo es que es necesario exprimir a la clase trabajadora, por así decirlo. En definitiva, eviscerar todas las principales provisiones sociales, que funcionan como una extensión del paquete salarial; reducir los salarios por debajo del punto de subsistencia; y suprimir cualquier intento de los trabajadores de organizarse como clase para luchar por reivindicaciones inmediatas.

A pesar de todos los obstáculos que el Estado y el capital les han puesto a los trabajadores, todas las dificultades, y el hecho básico de que los trabajadores no poseen todavía una conciencia de su posición dentro del sistema capitalista, y mucho menos comprenden las implicaciones histórico-mundiales de su lucha, es necesario seguir avanzando sin compromiso alguno la autonomía política de nuestra clase, sin la cual esta no podrá aspirar jamás a emanciparse. Con este fin, no apoyamos ni al gobierno ni a las protestas dirigidas por la Oposición. En lugar de eso, hacemos un llamamiento a los trabajadores para que erijan su propia organización política de clase que actúe como punto de reunión para los demás, para rebelarse y luchar contra todas las facciones capitalistas, avanzando siempre sus propios intereses como clase contra los de sus explotadores.

¡Abajo el gobierno chavista y la burguesía estatal-capitalista!

¡Abajo todos los partidos de la oposición y sus lacayos!

¡Todo el poder a la clase obrera!

¡Luchen por el comunismo contra la barbarie capitalista!

Workers’ Offensive (FL, US)

Cordeliers (Ohio, US)

Klasbatalo (Montreal, Canada)

Internationalist Workers' Group (afiliado de la TCI en los Estados Unidos)

Communist Workers' Organisation (afiliado de la TCI en el Reino Unido)

Gruppe Internationaler Socialistinnen (afiliado de la TCI en Alemania)

Il Partito Comunista Internazionalista (afiliado de la TCI in Italia)

18 Octubre 2017

Thursday, October 19, 2017